¡Hola Familias!
Había una vez, en una calesita, un caballito de madera que se sentía cansado de tanto dar vueltas. Un día decidió escaparse y salió al galope, galope, galope. En las calles debía detenerse para dar paso a los automóviles que cruzaban; después, continuaba galopando. A veces, cansado, marchaba con más lentitud, pero enseguida retomaba su rápido galope. A veces iba por caminos de tierra y galopaba despacito. A veces iba por caminos de piedra y galopaba fuerte. Por fin, llegó a un circo y pensó que le gustaría quedarse a trabajar allí. . El domador le enseñó a trotar, a marcar el paso, a subir y bajar escaleras, y la bailarina le enseñó a bailar.
¿Qué les parece si lo vemos juntos?
Espero que lo disfruten. La Seño Gaby
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